Espectáculo estrenado el 13 de enero de 2012 en el Teatro Municipal de Chillán (Chile) en el Festival Internacional de Teatro ENTEPACH..
La libertad es el mayor bien que dieron los cielos a los hombres.
Qué manía tienen los ricos de meternos a los pobres a la cárcel cuando no les salen las cuentas.
Yo escribí La galatea y Don Quijote de la Mancha y otras muchas, aunque el cielo no me dio saberes para la poesía.
Cervantes es el autor del Quijote, pero también es un vivo ejemplo de cómo era la vida de un español humilde en el Siglo de Oro, de sus valores y vicios, la muestra de cómo el hombre se adapta a las circunstancias. Pero sobre todo era un adelantado en el concepto de la libertad.
Lope avasallaba, Quevedo descubría nuevas posibilidades a la lengua castellana, se prohibía la comedia durante años por la muerte de una reina,…
Una época distinta a la nuestra, pero que merece ser recordada y mostrada para profundizar en la nuestra.
El teatro pasó de la calle a los corrales de comedias, se profesionalizó. Los cómicos pasaron de ser enterrados fuera de cementerios a sepultarse en campo santo. El teatro superó la manta colgada de una cuerda para encontrar el artilugio escénico. Y Cervantes fue parte de esta evolución.
Miguel de Cervantes se despierta y recuerda una conversación habida unos días antes en la que se hablaba del teatro. Él, como el más viejo de los que estaban, comenta sus recuerdos y evolución del arte escénico en la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII, y juega mostrando fragmentos de los distintos autores que recuerda y que contribuyeron a hacer del Teatro la fiesta del pueblo.
Recuerda su juventud y cómo vio al gran Lope de Rueda hacer el teatro en la calle en su deambular por España con su empobrecida familia. También recuerda cómo Navarro depuró el artificio escénico e introdujo el artificio en el teatro. Luego le salta a la memoria su salida a Italia como ayudante de cámara del cardenal Acquaviva, su paso por los tercios y su intervención en la batalla de Lepanto. Cambia su tono al venirle a la memoria sus cinco años de cautiverio en Argel, donde pasó a valorar la libertad como el mayor bien que tienen los hombres.
Al viejo le sale la sonrisa picarona al recordar su regreso a España enonctrándose a su familia arruinada, cómo el teatro empezaba a entrar en los corrales. Él contribuye a su desarrollo y valora su relativo éxito como autor teatral, mientras se frustra su deseo de ‘hacer las Américas’ y repasa los premios que España tiene a sus hijos: el camino de cárcel en cárcel y la condecoración de la excomunión, que agravan las penurias económicas y vitales que le hacen la vida imposible.
Luego recuerda su relacióin con Quevedo y la llegada de Lope de Vega avasallando a todo el mundo cómico de la épooca. Recuerda sus enfrentamientos con los autores teatrales de la época y el éxito por la publicación de Don Quijote de la Mancha estando llevada su 'rara vida' en Valladolid, pero que no le sirvió para sacar a su familia de la pobreza.
Con el deseo de que los cómicos venideros lleven a escena en futuros tiempos a su Quijote, dando normas de cómo deben enfocar su puesta en escena, ya sin fuerzas para seguir peleando, se despide del mundo de los vivos.
Adaptado a las necesidades y contratación
Escenario | Electricidad | Montaje | Personal |
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Mínimo: 5 * 3 * 2’5 m | Mínimo: 3.000 w | Montaje: 1 h. | Un técnico de sala (eléctrico) |
Preferente: 9 * 5 * 4’5 m | Preferente: 25 Kw trifásicam | Desmontaje: 1 h. |