Duración: 80 minutos
Generar debate, suscitar la polémica, la discusión, el cuestionamiento individual.
‘El pozo’, una performance escorada hacia el factor audiovisual y la expresión corporal escrita por el dramaturgo argentino Eduardo Recabarren, coquetea con el concepto al que aludía el actor. Sorprende de inicio la apuesta de Escarramán Teatro por un formato de estas condiciones..
¿Cómo no va a rebelarse el Espíritu ante el trato que le damos? No es ya nada tienes – nada vales. ¿Dónde quedan los mitos, los sueños, los ideales de belleza,la bondad y la armonía? El espectáculo es un anhelo de un neorrenacentismo dónde se superen los límites impuestos al crecimiento del hombre a expensas del desarrollo económico e industrial a lo largo del último siglo.
No es ya, que como dijera Santa Teresa: “vivamos sin vivir en nosotros”, sino que incluso se han retirado a vivir lejos de nosotros para poder vivir tranquilas: entre el fútbol, la tele, la venta por teléfono, el vuelva Ud. mañana de las ventanillas.
Toda nuestra vida es una continua lucha con el Yo primitivo, con su debe y su es.
El “¡Yo soy simplemente como soy! ¡Abran paso a mi individualidad! ¡Vía libre a los instintos que la naturaleza ha implantado en mí!; El autodominio, la autorrenuncia carece de sentido y son un engaño…”, es lo que suena desde todos los rincones y es el enunciado de la máxima que se sigue en una gran cantidad de casos. Pero no se puede justificar sin más todo esto.
¿Cómo no va a rebelarse el Espíritu ante el trato que le damos? No es ya, que como dijera Santa Teresa: “vivamos sin vivir en nosotros”, sino que incluso se han retirado a vivir lejos de nosotros para poder vivir tranquilas: entre el fútbol, la tele, la venta por teléfono, el vuelva Ud., mañana de las ventanillas, nada tienes – nada vales...¿ dónde quedan los mitos, los sueños, los ideales de belleza, bondad, y armonía?.
Para vivir de verdad necesitamos viajar al interior de nosotros mismos. Asistir con asombro a nuestra continuidad discontinua, a nuestra identidad que se recrea a través de un crecimiento personal y social Necesitamos conocernos para desde ahí dialogar, con verdad, con el entorno, vivir en autenticidad nuestros pasos por los distintos caminos de la historia.
Dice Eddington: “…Nos hemos encontrado con una huella extraña en las playas de lo desconocido. Hemos inventado una tras otra, las más profundas teorías tratando de explicar su origen. Al fin hemos podido determinar la criatura que dejó la huella. Y ved ! La huella es nuestra…
Formados por cuatro acólitos que parecen seguir las indicaciones del guía, son nuestras propias almas, que se ríen de nosotros, de nuestra incapacidad de mejorar; se mofan de nuestra entrega a la desidia, al desdén y juegan con nosotros vapuleándonos, parodiándonos, envolviéndonos, asustándonos y contagiándonos su risa como faunos, como verdaderos diablillos.
Buscan en el pozo las formas humanas más adecuadas en cada momento para transmitir sus men-sajes: Héroe, Villanos, sabios y bobos.
Los personajes “Espirituales” manejan entre ellos un lenguaje matemático con el que se entienden de manera óptima. Para comunicarse con los demás humanos emplean un lenguaje poético. Ejemplo del lenguaje poético a emplear: “El verdadero sueño tiene lugar no cuando duermo sino en la vigilia, un sueño en el que las rocas son impenetrables y el agua inunda mi vida”.
“Pienso que está aquí el calor que de aquella Elena aún pervive en el aire y en el vaho de su boca. Toco sus cabellos, ahora algo canosos, y noto que Elena huye muy lejos. Aunque me gustaría que regresara, como vuelven el viento y las lluvias, que llegase a mí, como una de aquéllas enamora-das de mi juventud. Y que siguiera conmigo hasta una ciudad no creada todavía.” Antonio Fe-rres, Los confines del reino.
Una leve brisa se levanta en la calle apenas iluminada dónde se encuentra LA TORRE y una bola de gran tamaño atraviesa impelida por el viento la calle de un extremo a otro. En la oscuridad, se adivinan ondeando al creciente viento las capas de las enigmáticas sombras que pertenecientes al mundo de las almas, surcan sus dominios.
Cuando tiene lugar el apagón general, ya divisamos la MÁQUINA DE VIENTO, a quien apa-rentemente se deben el movimiento desordenado de las hojas que flotan sobre las cabezas de los sorprendidos transeúntes.
Vitork, pues este es el nombre de quién parece ser el guía del grupo, se apea de la MÁQUINA y con cadenciosa meticulosidad señala la torre con mínimos ademanes. Nos invita a presenciar la visión que comienza a tener lugar.
Escenario | Electricidad | Montaje | Personal |
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Mínimo: 4 * 3 * 2’5 m | Mínimo: 3.000 w | Montaje: 1 h. | Un técnico de sala (eléctrico) |
Preferente: 8 * 5 * 4’5 m | Preferente: 25 Kw trifásicam | Desmontaje: 1 h. |